martes, 5 de enero de 2016

Y a veces lo piensas. Piensas que sí, que eres joven para tener pareja, pero que tus padres a tu edad ya se conocían. Que te quedan muchos años por vivir, pero que la vida es corta y hay que aprovecharla. Te pones a pensar en qué será de ti en unos años. Dices: "¿habrá alguien que se fije en mí en todo ese tiempo?". Evidentemente sí. Y después te haces la peor pregunta: "¿habrá alguien que logre gustarme de verdad?". Porque te pueden atraer muchas personas, te pueden besar muy bien muchos labios, te pueden acariciar muy bien muchas manos, pero sólo una persona hará música. Sólo una armonizará sus sentidos con los tuyos. Sólo una persona erizará tu piel con un suspiro. Sólo una será capaz de hacerte temblar antes, durante y después de besarla. Y esa persona puede que nunca llegue. Porque puede que esté escrito que debes permanecer en soledad. Porque puede que esa persona haya decidido tomar otro camino. Porque puede que el destino no esté escrito y las almas gemelas sean sólo eso, un mito. Y porque puede que no haya nadie detrás de ti abrazándote mientras miras por la ventana un domingo por la mañana mientras tomas capuccino.

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