miércoles, 23 de diciembre de 2015

Ó.

A veces,
o siempre,

cerca,
o muy lejos,

conmigo,
o con alguien más,

congelándome,
congelándote,
o derritiéndonos.

No sé,
(¿o sí?),
pero te quiero.



Lo tenía guardado en borradores, no sé por qué.
Qué gracia me hace, o qué pena me da
esa gente que necesita
aferrarse a algo o a alguien
para ser feliz.

Porque, decidme,
el día que eso se acabe
o esa persona se vaya,
¿qué será de vosotros?

No tendréis plan de huida,
no tendréis a qué agarraros,
simplemente buscaréis
una y otra vez
otra cosa
u otra persona
que os llene ese vacío.

Pero esa persona
o esa cosa
se consumirán;
y con ellos,
vuestra felicidad.