domingo, 29 de septiembre de 2013

“Hola”.


Eh, ¿sabes lo feliz que puedes llegar a hacer a alguien con una sola palabra? Quizá para ti sea un simple saludo, pero para ella es algo más. Quizá ella piense que has visto algo que te hace recordarla, y que por eso la saludas. A veces se hace la tonta e intenta ignorarte, pero su corazón siempre puede más. Te responde con una enorme sonrisa en la cara, porque le haces feliz. Tus saludos son importantes para ella. Le haces sonreír, aun sin quererlo, cuando lo necesita. Muchas veces se pasa las tardes mirando tu foto y tu última conexión mientras escucha canciones que le recuerdan a los momentos en los que estuvo contigo. Otras veces, te ve ‘en línea’, y espera un ‘escribiendo’ de tu parte, pero siempre tardas en responder a sus palabras. Ella intenta pensar que estás ocupado con tus cosas, intenta no agobiarte, intenta no ser un estorbo para ti. Pero suele darte igual.

Lo que ella no sabe es que, mientras duerme, eres tú quien escucha canciones de amor, por muy fuerte que aparentes ser, mientras miras sus fotos y lees sus palabras, su última conexión. En ese momento en el que estás solo, con tus pensamientos, ella aparece ‘en línea’, y te sientes un poco vacío. Pero al minuto, ahí está su ‘escribiendo’. Empezabas a pensar que no eras tan importante para ella. No. Siempre serás importante para una chica así. Siempre se preocupará por ti. Y, entonces, sonríes. Le respondes al segundo. Ella piensa que al fin tienes un rato para hablar, y no lo desaprovecha. Pero es tarde, y ambos debéis dormir. Día a día, se repite la historia. Los dos conocéis a nueva gente. Ella empieza a dejar de echarte de menos, pero tú sigues con tu costumbre de sonreír como un idiota al ver su foto. Entonces te arrepientes de no haber estado ahí siempre, como hacía ella. Y, de repente, dejáis de hablar. Decides no hablarle, no molestarle. Pero a veces te pueden los sentimientos. Le hablas y tarda en responder. “Estará ocupada”, piensas. Sus saludos son importantes para ti. Te das cuenta de que ahora es ella quien ha tomado tu puesto y de que has perdido a quien probablemente era la única persona que realmente se preocupaba por ti. Poco a poco todo llega a su fin, cada uno toma un camino diferente. Es entonces cuando añoras vuestras tardes de mensajes y llamadas, cuando extrañas todo aquello que sentiste al verla sonreír gracias a ti. Pero, como siempre, “intentas no ser un estorbo para ella”, y vuestra historia termina.

Canciones que me recuerdan a ti.

Qué bonito sería recibir un CD cuyo título sea “canciones que me recuerdan a ti”, una libreta llena de poemas de amor, una caja de cartas escritas cada día pero que nunca se han atrevido a enviárnoslas, o miles de fotos que consideran perfectas sólo porque en ellas sonreímos.
Si todos fuésemos más valientes y tuviésemos ese tipo de detalles, la vida sería diferente. Si en vez de enviar un emoticono lanzando un beso, nos atreviésemos a darlo nosotros mismos, todo cambiaría. O si en vez de escribir ‘te echo de menos’ estuviésemos en la puerta de la casa de esa persona sucederían muchas cosas más.

Pero todos sabemos que nadie hace eso. Y, como nadie lo hace, nosotros tampoco. Tenemos por costumbre hacer lo que hacen otros, pensar lo que piensan otros y decir lo que dicen otros. Creedme si os digo que los detalles más bonitos no son un mensaje para dar los buenos días o las buenas noches, sino una llamada para escuchar la voz de la otra persona, o su maravillosa risa. Si os digo que vale más no enviar un ‘te quiero’ pero sí demostrar que te preocupas por alguien, o si prefiero un ramo de rosas a un emoticono de una flor.

Podéis llamarme loca, quizá anticuada, o seguramente fantasiosa. Pero, en el fondo, a todas las personas nos gusta ver que se preocupan por nosotros, que nos tratan diferente a la mayoría de gente a la que conocen y a la que un ‘hola’ por WhatsApp les sirve. A todos no nos vale con eso, sino que nos gusta ver que se esfuerzan por hacernos sonreír, que nos valoran y que nos aprecian. Y, sí, un CD con “canciones que me recuerdan a ti” sería un buen comienzo.

sábado, 21 de septiembre de 2013

El amor es un miedo precioso.

¿Qué es el amor? Todos sabemos que es algo abstracto, pero que a la vez no lo es. Algo que puede llenarnos y vaciarnos en menos de un segundo. El amor es algo que no se siente por cualquiera. Uno puede apreciar a alguien, o a algo que posee, pero jamás podrá amar a una persona a quien acaba de conocer, o algo que acaba de adquirir. Según la RAE, el amor se define como "Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.Seguro que muchos de vosotros estáis de acuerdo con eso de la propia insuficiencia, y seguramente otros muchos no lo estéis.

Cada persona tiene un concepto diferente sobre eso del amor. Unos dicen que es algo como la religión, argumentando que creemos en él pero que no lo vemos. Otros piensan que el amor es algo que percibimos a través del cariño, de los abrazos, los besos... Pero, ¿dar más caricias implica querer más a alguien que otra persona que no lo hace? Como dije antes, cada uno tiene una forma de pensar sobre el amor, al igual que ama de forma diferente. Entonces, ¿es correcta la definición de amor? ¿son reales las teorías sobre el amor? Nadie lo sabe.

Seguramente, quienes estéis leyendo esto, estaréis pensando en el amor de pareja. Con el amor estoy refiriéndome al amor en general: el amor fraternal, el amor hacia nuestros padres, abuelos, tíos, amigos, mascotas...

Desde que leí la frase "el amor es un miedo precioso" en un libro (La Selección de Kiera Cass), comencé a reflexionar. Y me di cuenta de que esta frase llevaba mucha razón. El amor es precioso, sí, aunque a veces duela, pero todas las diferentes situaciones ante él hacen que aumente y se haga cada vez más hermoso. El amor también es un gran miedo. Miedo a fallar, a perder a la otra persona, miedo a amar. Miedo a ver la parte cariñosa de nosotros mismos, miedo a ser fallados, miedo al futuro. El amor es un miedo constante, pero eso lo hace bastante especial. Es precioso estar enamorado de alguien, es perfecto amar a nuestra familia y hacer cualquier cosa por ellos, es todo un enorme sentimiento indescriptible. Y por ello no creo que unas cuantas palabras puedan definir algo abstracto como es el amor, algo tan maravilloso e intenso.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Marionetas del destino.

Como dije tiempo atrás, siempre existe una experiencia en nuestras vidas que nos hace madurar y crecer como personas.

Por mucho que este error nos duela, aprendemos poco a poco a superarlo, y a cambiar nuestro antiguo ‘yo’. Ese estúpido e imbécil ‘yo’, ese que nos hizo sufrir tanto, hacer que confiásemos en quien no debíamos, querer a quien no nos valoraba y dañar a quien nos necesitaba. Ese ‘yo’ tan sumamente ignorante que nos alejó de las personas correctas y nos acercó al vacío interior.

Por muy difícil que parezca de creer, el destino existe. Está en las decisiones más importantes de nuestras vidas. Nos pone a prueba. Y tarde o temprano nos lleva al lugar en el que debemos estar. Muchos no creeréis en el destino, al igual que yo no creo en las casualidades, pero muchas situaciones (y no situaciones estúpidas) me han hecho confiar en que hay algo, en que existe algo que nos guía.

Sé que no es fácil comenzar algo nuevo, algo diferente a lo que estamos acostumbrados. Pero el destino está ahí para movernos. Para que no nos escaqueemos. Cualquier camino que escojamos nos va a llevar al mismo final, porque es lo que el destino quiere.

‘¿El destino quiere que sufra?’ ¿Quién sabe?, el destino nos pone a prueba, y nosotros sufrimos, en parte, porque ‘queremos’. Como dicen, “el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Siempre pienso que el dolor nos hace ser fuertes, madurar, aprender, cambiar, percatarnos de las cosas… Aunque quizá me equivoque, pero es mi forma de pensar.

En unos meses, he aprendido a ser fuerte, a valorarme y a mantener la cabeza en alto. Sé que soy peor que muchas personas, pero también sé que soy mejor que otras cuantas más. Y, aunque digan que creyendo en el destino soy una persona conformista, porque acepto los problemas que me vienen, o que nunca podré demostrar que eso existe, seguiré pensando que lo que me pasa no es porque lo merezco, sino porque gracias a todo esto seré mejor persona de lo que puedan llegar a imaginar.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Chocolate y Nata.

Esta entrada va dedicada a una persona muy especial para mí. Es una gran amiga a la que le tengo muchísimo cariño y a la que no quiero perder nunca. Compone rap, y esta es una canción que me regaló, compuesta por ella.
“A veces no se crece cuando naces,
Empiezas a crecerte cuando el tiempo comienza a ser la base,
De la canción de tu vida, y no es mentira…
Y sé que tu mirada siempre se encontrará con la mía,
Y que esas sonrisas tuyas latirán de la alegría,
Al ver que ahora en esta canción te lo demuestro to’…
Siendo dulce pero amargo al igual que el chocolate,
Tú me encantas, no te engaño, ¿por qué iba a hacerte daño?
Y soy la sexta melodía de tu único corazón
Soy la que por ti daría: sol estrellas y pasión.
Y en la noche estar contigo, solos, y juntos los dos,
Y decirte que te quiero, te lo digo, así soy yo…
Y por siempre ahí contigo, y estar en tu habitación,
Mientras contamos las estrellas;
Yo te adoro, ¿tú a mí no?
Chocolate y Nata puro ‘lof’,
Siempre solos tú y yo,          
En un mundo de los dos,
Besémonos con pasión,
Me muero al escuchar tu voz…
Todo quiero contigo, un susurro, nunca adiós,
Complicidad ante los dos, volemos esta noche, tú y yo.
Quererte se queda corto,
Eres como el último baile y el primero de todos,
Y es que he llegado a pensar que tú ya no me querías
Y entre tanto en estos días yo pensaba que te irías,
Pero tú pronto llamaste y yo te dije así sin más:
Que cada segundo a tu lado, te amo hasta la eternidad,
La eternidad de tu sonrisa, tan profunda como el mar,
Como tus ojos azules que enamoran al mirar,
Siendo más dulce el chocolate estando en tu paladar.”
 Laura Hernández Ríos.