domingo, 27 de abril de 2014

No te quiero perder. ♥️

Me gusta oírte hablar
de tus miedos, 
tus manías y porqués,
de tu fuente de cariño
y de tu forma de querer,
de los domingos por la tarde 
cuando tomas un café,
de los recuerdos que guardas,
o de los secretos que desvelas,
de las cartas que conservas 
y no quieres leer.

Porque me gusta ser la parte 
que no quieres esconder,
ser la única carta 
que deseas releer,
tu último recuerdo 
cuando va a atardecer,
tu sonrisa al recordar mi
"no te quiero perder".

Y te ríes y sonríes, 
dices "no va a suceder"
sin saber que, 
quizá mañana, 
tú me dejes de querer,
o no me quieras leer,
o ya no sonrías por mí 
y sea el último 
anochecer.

martes, 22 de abril de 2014

Días confusos sin comprender.

Nunca entendí a esas personas que juzgan algunos comportamientos por el mero hecho de que aquello que tienen de frente es diferente a lo que están acostumbrados a ver.

Siempre me gustó lo diferente. Todo lo que sobresale de ser monótono me llama la atención. Esas personas y esos pequeños detalles que no son como los demás. Esas canciones que no le gustan a todos, la ropa que a unos pocos interesa, las películas que pocos se atreven a ver.

Me encanta escapar de la palabra "todos". Resulta gratificante saber que no formo parte de un grupo de personas en el que se dedican a pensar y actuar de la misma manera.

Es por esto que digo que nunca entendí cómo todos tienen tanta facilidad para juzgar la vestimenta, el físico, los gustos y los sentimientos de los demás. Esto último es algo que aún no he logrado asimilar. ¿Cómo es posible que una persona te diga que no puedes sentir algo cuando en tu interior está brotando un sentimiento muy fuerte? ¡¡Sigo sin comprender!!

Indignada me hallo a veces al pensar en lo que opinan. Nunca entendí cómo pueden intentar convencerme de que lo que siento no es real. Me resulta complicado descifrar cómo pueden ellos controlar sus emociones. Saber cómo logran mostrar indiferencia ante el mundo que les rodea.

Es cierto que cada persona es de una manera distinta, aunque dentro del "todo" piensen de forma bastante similar. Pero ellos son capaces de dominar sus sentimientos. Algo más que no consigo entender.

domingo, 20 de abril de 2014

Crecer, aprender, lograr.

Me he dado cuenta de que la vida se resume en esos pequeños momentos que compartes con un par de personas y que duran apenas unos segundos. De que el "mañana" me da miedo porque no sé si podré mantener todo lo que tengo a mi lado hoy. He aprendido que existen personas que quieren verte bien, pero nunca mejor que ellas; y otras personas que darían lo que fuese por verte sonreír de forma sincera.

Olvidé que confiar en alguien suponía entregar la llave de mis secretos más profundos, y me lancé al abismo de la confianza sin recordar que primero debía conocer a la persona en quien depositaba mis miedos e inseguridades.

Pero crecí, y comprendí que la existencia es poco más que un suspiro de felicidad y miedo. Que el ser uno mismo implica el ser juzgado y (en menores casos) animado por unas pocas personas de alrededor. Me fijé en cómo todos somos insuficientes. Observé que somos seres imperfectos, pero que esto, a su vez, nos hacía alcanzar la perfección.

Aprendí poco a poco a perdonar a aquellos que no medían sus palabras cuando se referían a mí. Simplemente aprendí a ignorar. Ignoré, por tanto, a todos los que me decían "no puedes", y comencé a pensar que si quiero puedo, y si puedo es justo porque me dijeron que no podía.

Y ahí estaba yo, logrando obtener eso que decían era imposible. Besando la victoria por haber luchado por mí y por lo que verdaderamente me importaba. Y, sin importarme lo que opinaban los demás, conseguí lo que tanto había anhelado y aquello que pensaba era irrealizable: la felicidad.

sábado, 19 de abril de 2014

Tú. ♥️

Tú, sí, tú.

Has llegado a mi vida lento pero fuerte.
Te has convertido en alguien importante en mi vida sin apenas darme cuenta.

Has cambiado poco a poco mi rutina por otra aún mejor: tenerte. Una rutina de la que no me canso, una rutina de la que estoy orgullosa, una rutina inexplicablemente única.

Haces que me sienta una persona mejor. Transformas mis defectos en virtudes por mejorar y haces que todo el dolor sea menos malo.

Me alegro por estar compartiendo este tiempo contigo; por haber conocido a una persona que no esperaba hallar, por haber encontrado en ti el sentimiento de seguridad, el sentimiento de alegría, la felicidad.

Me di cuenta hace apenas un mes de que no necesitaba buscar. Me di cuenta de que el encontrarte sin haberte buscado supuso el comienzo de un sentimiento desconocido para mí.

Soy una persona a la que lo desconocido suele aterrarle. Y me sentí completamente insegura al percatarme de que los sentimientos que comenzaban a aflorar en mi interior eran incontrolables.

Atravesé el camino de espinas en el que se enredaron mis mariposas, y descubrí que había comenzado a sentir ese "algo" inesperado en mí.

Tanto miedo sirvió para nada. Tanto miedo al rechazo, a una nueva decepción. Tanto miedo al amor.

Y no voy a ser como los demás ni voy a decir que eres la casualidad más bonita que llegó a mi vida. Porque no creo en las casualidades. Voy a ser yo misma y voy a decirte que eres la persona indicada en el momento perfecto. Voy a decirte que rompiste mis expectativas sobre la felicidad y me hiciste sentirla de verdad. Voy a expresarte que nunca antes había sentido esto que estoy sintiendo por nadie más. Porque tú, y sólo tú, eres la única persona que ha logrado que sienta que estoy verdaderamente enamorada.

Te doy las gracias una vez más por hacerme tan feliz y por dejar que haya abierto mi corazón para que pasaras, entraras en él, y te quedases la llave. Gracias, gracias, gracias.

Terminaré diciendo que eres esa pizca de sabores que necesitaba que llegasen a mi vida. Ese montón de nuevos recuerdos que me encanta tener siempre presentes. Y la persona que me encanta de pies a cabeza, de dentro hacia fuera; esa persona eres tú.

P.D.: Te quiero, y haré lo posible para que nunca te arrepientas de haberme dado tan valiosa oportunidad. Gracias.