Mathias Malzieu, La Alargada Sombra Del Amor.[...] Estoy mecánicamente vivo, ya que mis dedos se mueven y mis ojos parpadean. Sin embargo, siento un profundo vacío. Como si me hubiera bebido una taza de té, se me hubiera hecho añicos en la garganta y me retorciera todos los puntos sensibles de mi cuerpo, sin tocar los órganos vitales, para que me quede aquí. Veo con claridad la hilera de árboles a la entrada del aparcamiento sacudidos por el viento, con sus sombras retorcidas, pero no oigo nada. Tengo la sensación de que me encojo y crezco al mismo tiempo. De no caber en mi propio cuerpo. Es el vacío que se hincha y me hincha. Mis manos tiemblan como una garganta estrangulada. Las obligo a agarrarme de los hombros, pero siguen temblando. Me miro las rodillas: parecen dos piedras grandes, y los tobillos dos piedras medianas. Lo demás tiembla. No es frío de verdad, es esa cosa nueva: el vacío.
"Os diré algo sobre la cuestión de las historias. No son únicamente un entretenimiento, no os engañéis. Son todo lo que sabemos, daos cuenta, todo lo que sabemos para combatir la enfermedad y la muerte. Si no tenéis historias, no tenéis nada." - Leslie M. Silko
viernes, 23 de agosto de 2013
El vacío.
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